Tras el colapso que acarreó la contingencia sanitaria por coronavirus en México, el mercado laboral comenzó a recuperarse en junio. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 5.7 millones de personas —menos de la mitad de los que salieron en abril y se mantuvieron así durante mayo— volvieron a trabajar o a buscar dónde emplearse.
Sin embargo, de los 4.8 millones que consiguieron emplearse, 3 millones lo hicieron en un empleo informal —donde derechos y prestaciones laborales no son parte de la contratación— y 901 mil más regresaron a buscar un empleo sin conseguirlo. Como resultado, los desempleados en el país suman 2.8 millones de personas, mientras que en mayo eran 1.9 millones.
Estos 2.8 millones que actualmente buscan un empleo sin conseguirlo, no son la única presión para el mercado laboral en México. En la población no económicamente activa, hay 13.2 millones de personas más disponibles para trabajar. De hecho, 5.6 millones de ellas fueron suspendidas por sus empleadores al inicio de la contingencia sanitaria, pero al paso de dos meses perdieron el vínculo laboral.
Los datos de Inegi —levantados en la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE)— exhiben que la informalidad avanza más en recuperar puestos de trabajo que otros sectores; en junio ocupó a 25.6 millones de trabajadores, de los 48.3 millones que había en el país.
Otro de los indicadores que disparó la economía a modo del Covid-19 es la subocupación, que define a las personas tienen tiempo o necesidad de trabajar más sin que su empleo lo requiera. Inegi exhibió que en junio 3.3 millones de personas dejaron de ser subocupadas, pasaron de 13 millones en mayo a 9.7 millones en junio de 2020.
Entre los que permanecen bajo dicha condición, seis de cada 10 dependen de un empleador, el resto se dividen sobre todo en trabajadores por cuenta propia y en menor medida por empleadores y trabajadores no remunerados.
Aumenta desempleo en jóvenes
Aparejado con las recuperaciones parciales que registró el mercado laboral en junio, aumentaron los empleos de menor salario y la pérdida de espacios para los trabajadores más jóvenes.
En junio aumentaron 4 por ciento los trabajadores que perciben de un salario mínimo hasta dos —un rango de 3 mil 697 pesos a 7 mil 393— y 0.6 por ciento los de dos a tres salarios —hasta 11 mil 90 pesos. El resto cayó. Como resultado, 65.8 por ciento de la fuerza laboral en el país percibe menos de dos salarios mínimos o bien no reciben pago fijo por su trabajo.
Además, junio tampoco logró frenar la pérdida de espacios para la población más joven. De acuerdo con el organismo, entre los 15 y 24 años el desempleo aumentó 4.8 por ciento, respecto a mayo, y también en un mes creció 7.1 por ciento la desocupación de personas de 25 a 44 años, mismas que representan 49 por ciento de los desempleados en el país.
En el rango de 45 a 64 años, el desempleo se redujo en 13.2 puntos porcentuales —fue el único grupo de población que logró un aumento—, mientras entre los trabajadores de más de 65 años se perdieron 1.3 por ciento de los empleos que había en mayo.
En resumen, la población económicamente activa equivale a 53.1 por ciento de las personas de más de 15 años y aumentó respecto a 47.4 por ciento de mayo; el desempleo lo hizo de 4.2 por ciento a 5.5 por ciento en el mismo periodo; la subocupación bajó de 29.9 por ciento a 20.1; la informalidad aumentó de 47.4 a 53 por ciento.